Desde que el hombre inventó
la escritura, la redacción ha sido imprescindible para lograr una buena
comunicación, y más que eso, una comunicación efectiva, donde se pueda apreciar
e interpretar adecuadamente a un autor, bien sea de un cuento, novela o ensayo,
así como cosas cotidianas como puede ser una noticia de índole
meteorológica o deportiva.
Por Ma Angélica Villota
La redacción es la
herramienta que por siglos nos ha permitido comunicarnos en la distancia y en el tiempo. La Biblia es
quizás el mejor ejemplo, y a través de ella conocimos no sólo de las dos
religiones más antiguas y trascendentales de la historia, sino también de
costumbres sencillas presentes en el día a día de nuestra antigüedad como
civilización.
Si bien la humanidad ha ido moviéndose
al compás del avance de la tecnología, la redacción ha sido
determinante para mejorar la correcta interpretación de la expresión oral,
aunque en los últimos años los chats y mensajes de texto han propiciado la
compactación de palabras, el uso de abreviaturas inexistentes y el uso de otros
artilugios que nos dan rapidez al escribir pero han empobrecido nuestra
redacción, y con ello han desmejorado nuestra capacidad de comunicarnos y de
expresar adecuadamente diversas sensaciones y afectos.
Hoy en día son muchos los que
escriben de forma acortada, por no decir la mayoría, porque las nuevas
tecnologías en buena parte lo requieren, pero el problema radica principalmente
en que ésta es una praxis muy propia de los jóvenes, quienes son los que están
aprendiendo a redactar, y en consecuencia no lo están asimilando adecuadamente.
Es muy frecuente escuchar a profesores señalando que la gran falla en los
exámenes es que no saben leer y por ende tampoco saben escribir. La redacción
de un ensayo puede llegar a ser todo un reto para un estudiante de
bachillerato, quien además de tener buena ortografía debe saber sobre el uso
correcto de sintagmas nominales y verbales, así como de la morfología de una
oración para lograr expresar sus ideas de forma coherente y adecuada, y por
supuesto debe tener una buena comprensión lectora que le permita entender y
asimilar lecturas relacionadas al tema.
Realmente la redacción no
pasa de moda; quizás se puedan encontrar diferentes géneros y estilos, pero las
premisas básicas siguen siendo las mismas, y una de las mejoras formas de
mejorar nuestra redacción es simplemente leyendo, práctica que hoy en día
también ha quedado relegada por los jóvenes, bien sea por falta de motivación,
por aburrimiento, o por falta de una buena orientación que los canalice a
descubrir nuevos autores que nutran sus conocimientos sobre redacción. A nivel
latinoamericano son muchos los autores recientes como los de larga trayectoria
que nos regalan a diario sus trabajos y con los que podemos recorrer caminos
insospechados que nos permitirán apreciar el valor de una buena redacción.
Sería muy conveniente aprovechar la tecnología 2.0 y compartir ideas con
bloggers a lo largo del mundo, con lo cual no sólo estaríamos en la onda de las
nuevas tecnologías sino también en la práctica efectiva de nuestras destrezas
como redactores.
Que conveniente sería que a
nuestros niños se les enseñara el valor de la lectura y la redacción,
utilizando todas las herramientas tradicionales y tecnológicas disponibles para
prepararlos adecuadamente y de forma progresiva en el arte de saber redactar.
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